Defiendo la vida. Defiendo a Anne Germain (Medium británica)

Defiendo la vida. Defiendo a Anne Germain.

Dijo Einstein una vez, “que si un pez decidía escalar árboles los otros tratarían de convencerle que estaba loco”…

Hace unos pocos meses escribí, desde lo más hondo de mí, un artículo en defensa de la iglesia y de los sacerdotes, de hecho no fue un escrito, fueron varios. Del mismo modo hoy me veo obligada moral- y decorosamente a defender a Anne Germain, Medium británica. El linchamiento que se está llevando a cabo con su persona es absolutamente injusto, dañino y equivocado. Comprenderán mis razones. Y en sus conciencias quedará creerme o, por el contrario, no hacerlo.

He leído con interés el artículo escrito por mi gran amigo Luís Santamaría del Rio y puedo entender, con todos mis respetos, que está en su deber de desmontar a sectas, fraudes y engaños, que es esa su especialidad y que es excelente en su labor. No obstante, con Anne Germain levanté la mano y le comenté mi desacuerdo. Soy cristiana, católica, y por tanto respecto la doctrina de la iglesia. Empero, todo es interpretable. Creo que lo que a Luís le preocupa es más que una supuesta estafa, que se esté omitiendo al Deuteronomio, 18. Dónde se prohíbe, rotundamente (y con el concilio de Trento) la comunicación, o supuesta comunicación con espíritus.

Mi pregunta es: ¿Está atentando Anne contra estas reglas? Mi respuesta es no. 

Anne Germain no establece contacto en sí, traduce un mensaje que está ante ella, que viene a ella y ella es el canal. Recordemos a varios miembros de la iglesia, apoyados en sus investigaciones paranormales (grabación de psicofonías y su estudio) por el propio Papa Pío XII, como el Padre Ernetti . Y recordemos la respuesta del propio Papa Pío XII ante la fenomenología: “El descubrimiento de estas voces de nuestros fallecidos podría ser de gran ayuda para reforzar la fe de los fieles”.

Creo que el hecho de que Anne Germain esté tocando estos temas, le preocupa mucho más a la iglesia que si fuera fraude en sí. Y lo entiendo. Anne también es cristiana, lleva siempre su crucecita al cuello y ayer me hizo llegar su congoja en una frase que me escribió “es entristecedor que los hijos predilectos de Dios tiren piedras contra sus otros hijos. Nadie debería juzgar los planes que tenga el altísimo para cada uno de nosotros. Yo hago lo que debo hacer”. Me lo dijo tras comentarle que quién escribió el artículo en contra de ella, Luis Santamaría, era sacerdote católico. La noté especialmente triste por ello. Y se me encogió el corazón.

Anne tiene la obligación de ser como es. De hacer lo que hace. Nos lo debe. Ha dedicado su gira actual por nuestro país a su padre fallecido hace ahora justo un año. ¿Una estafadora haría eso? No la veo capaz de jugarse la muerte de su propio padre…

Repito e insisto, ella no invoca a los espíritus: se supone que son ellos que se unen a ella para transmitir un mensaje en cuestión. Yo, siendo cristiana y buena católica, empero, debo apoyarla, pues Anne Germain no contradice ninguna ley. Cuando ella habla, nombra a Dios en cada frase. (Empero, tampoco debe ser garante de nada, pues a la cabeza me viene lo sucedido en las cuatro agobiantes décadas que gobernó un caudillo “por la gracia de Dios”.) Cuando Anne habla y obra (y me refiero también fuera de todo ambiente televisivo o de espectáculo), el amor late en su actitud. El móvil de todo proceder debe ser siempre el amor. Y ella lo cumple. “Por sus obras los conoceréis”. (SI DIOS ES CONMIGO, ¿QUIEN CONTRA MI...?)

Doy fe, porque Anne me ha tocado particularmente. Nada me ha pedido. Al contrario, ella me ha dado…

Es una tamaña falta atacar a personas en cuyas obras está el bien. ¿Hacen daño sus respuestas? No, hacen bien y dan esperanza. ¿Quién es quién que hace un espectáculo de su facultad? Pues sí, Telecinco y nosotros, los espectadores. Por otro lado, si a mí me ofrecieran una remuneración por hacer algo que sé hacer desde siempre, si con ello consigo un beneficio, también yo –es bien posible- aceptaría. Si Telecinco exagera las cosas añadiendo guiones, es cosa de su empresa. Anne sabrá porque acepta. Que yo sepa, la gran parte de sus ingresos van por su voluntad a instituciones benéficas, protectoras de animales etc. Quizás entonces, no esté tan interesada en enriquecerse, que es de lo que se le acusa también. La actitud de Anne en ese sentido es magnifica tarea y congratulo de todo corazón que alguien que se dedique a desarrollarla con altruismo real, sin gritarlo constantemente a los cuatro vientos, como hacen algunos por ahí…

Dada la categoría del planeta en que existimos, nadie en su sano juicio puede pretender estar en posesión de toda la universal Verdad. Es natural en esta existencia, convivir con retazos de verdades entrelazadas de múltiples argumentos confusos, hincadas en otros tantos cimientos débiles, agrietados, que muestran enormes lagunas, anunciando un lento pero seguro derrumbe. La iglesia defiende la fe. Y estoy con ellos: la prueba vital es la fe. La entrega de amor sin certezas de recompensa. Esa es también mi constante y mi ambición.

Quisiera en este punto tratar de esclarecer si es o no lícito percibir unos beneficios materiales por un trabajo que realicen en común el plano físico, siempre arduo, y el plano espiritual:

Supongamos que a una persona se le desarrollen unas facultades “diferentes” o extraordinarias y que se vea en la obligación, porque se le pide y debido a la gran afluencia de público, a dedicarse a esa “misión” en una larga e intensa jornada de trabajo. Para ello, es lógico pensar que precisará buscar un medio de mayor difusión y alcance, una cabida donde instalar un gabinete de consulta, a fin de no interferir en las pertenencias de otros, trasladar sus actividades a un local adecuado. Nada de esto lo conseguirá gratis. Es, por tanto, ilógico condenar a una persona, por ser médium, y dedicarse al 100% a ello, a pasar hambre.

Y por último, quiero confesar abiertamente que también yo he tenido, en algunas ocasiones, esa facultad-desgracia de “ver” lo que otros no ven porque no quieren. Y que no necesariamente tiene que tratarse siempre de un engaño demoníaco. Aunque sí es cierto que es peligroso invocar, contactar forzando  a "seres invisibles" con los sentidos. Asímismo aletro contra la oija y las artes adivinatorias. Detrás de todo ello, sí puede haber el engaño astuto de fuerzas malignas. Pero dónde late el amor no necesariamente está el mal. Pero el mal puede ser astuto y disfrazarse, de ahí a que es vital no invocar...

Los que ya no están entre nosotros no están sujetos a las imperiosas necesidades del cuerpo pues ya carecen de él, y deducimos que, muchas veces, conociendo las dificultades que nos rodean, benevolentes y obrando con el consentimiento de Dios, no regatean su ayuda a los seres que estamos intentando evolucionar viviendo, atendiendo a un tiempo el obligado trabajo terrenal, o el que sea que ataña a la parte subjetiva del ser humano.

Es más, y voy a ser atrevida: el contacto que nosotros tenemos en el día a día con “el otro lado de la existencia” es tan estrecho que siempre será difícil distinguir, en todo caso, qué parte es obra meramente nuestra y qué tanto por ciento incumbe a los benefactores del “otro lado”. Es innegable que, muchas veces nuestros seres queridos y ya fallecidos, comprensivos y amorosos, nos tienden su bondadosa mano para facilitarnos la andadura. Vuelvo a dar fe que es así, por experiencia propia.

Escuchemos, por tanto, la propia conciencia y desechemos infundados prejuicios, temores y acusaciones, útiles tan sólo para anclarnos a mitad de recorrido, retardando, entorpeciendo y disminuyendo nuestras posibilidades de crecer como los seres felices que Dios quiere que acabemos siendo.

Anne Germain: sigue adelante. Los que te respetamos somos mayoría.

Sub umbra floreo: C.Bürk