La danza de la ignorancia (Reseña para obra pictórica de Ricardo Muñoz)



Esta reciente obra, quizás y a mi parecer la más contemporánea de todas las suyas, las creadas por Ricardo Muñoz (Barcelona, 1980) -artista autodidacta e inclasificable- ha sido creada con un doble propósito: es una pintura para contemplar y a su vez un recordatorio. Tira a dar. Con tiento, se dispara una protesta. Porque a veces la gnosis actúa como un arma blanca. En nuestra conciencia. 

¿Y qué es lo que sabe el artista y quiere que recordemos también nosotros? A mí parecer, que la cara B de todo el género humano continúa siendo, pese a que nos creamos tantas cosas, la ignorancia. Porque de lo contrario, el mundo no estaría como lo tenemos. 

Lo mismo Muñoz podía haber retratado a unos Políticos en plena disputa, pero a menudo las peleas comienzan en nosotros mismos, se trasladan desde el propio inconformismo a los otros y de ahí los gobiernos andan como andan. Aun así, los políticos suelen ser reflejo de la sociedad que representan y quién lo niega, no se ha mirado por dentro.

Ricardo Muñoz posee un espíritu atormentado que se pregunta día tras día cuál es el problema de tanta inopia, tanta disputa, tanta falta de paz e igualdad en el mundo. 

En pleno proceso de creación de ésta pintura, el artista halla una y otra vez la respuesta: y es que toda miseria terrestre no tiene otro origen más que el de la propia ignorancia humana y la falta de empatía que esta conlleva sobre sí mismos y sus prójimos. 

Muñoz huye al pintar ésta obra a los campos de trigo, dónde en plena disputa –quizás sobre dichas propiedades- convoca entre unos campesinos la tempestad de la oz que todo lo siega, de los espigos cercenados; a través de arremolinados trazos y de su materia pictórica emula la confusión de un sentimiento iracundo humano que oscurece todo razonamiento para acabar en un acto violento irreversible. Nos muestra así una visión del mundo, de sus gobernantes y gobiernos pero también nos lleva a lo más íntimo en nosotros: pues siendo islas los unos de los otros y lo que es peor, siendo islas extranjeras nosotros para nosotros mismos, difícilmente alcanzaremos a comprender nada. 

Así la presente, es una obra profundamente critica dónde aflora la desilusión ante tanto obscurantismo ajeno como un látigo que atormenta la cabeza de quién sabe mirar y no sólo ver. Viene a fustigar la conciencia de los medio despiertos y los arrastra a la sagacidad.

Es curioso comprobar cómo el arte simbolista de Muñoz corre paralelo con el mundo actual nada amable con el arte y eso, en parte, también lo expresan sus obras, en particular ésta. Porque “ignorancia” es también negar al arte, ver como pierde peso en una sociedad que da ponderación a la banca que todo lo puede y arrasa. “Ignorancia”: la formada por gente de todo pelaje, para comprender a través de esas obstinaciones mejor el mundo en el que vivimos y obtener una idea más clara de lo que está pasando, de las miserias que cada ser humano esconde en sí y no cuando sonríe desde el cartel de cualquier anuncio.

Al final, aceptar la propia ignorancia vendría, junto a formularnos la pregunta “¿qué es lo que el mundo espera de mí?” a ser un buen ejercicio de humildad. Y aplicados a ello, cumplir con lo que esperamos de los otros en nosotros mismos, desde nuestro resguardo de influencia.

Reseña por Claudia Bürk 
18 de Enero de 2014.

Comentarios

  1. Claudia.

    Te acabo nombrar entre mis once blogs para el Liebster Awards. Ve a mi blog para enterarte más del asunto.

    Felicidades.

    www.paulericescritor.blogspot.com

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Paul hola no tenía idea pues nunca veo estos comentarios...Voy a ver, ¡¡muchas gracias!! No sé bien lo que es, pero GRACIAS en grande

      Eliminar
  2. Toma esto como un consejo: siempre ponte atenta a los comments, los lectores agradecemos que exista un feedback.

    Saludos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares