Teoría de Realidad (los íntimos aspectos de una búsqueda cuántica)
Teoría de Realidad (los íntimos aspectos de una búsqueda cuántica)
Por Claudia Bürk
Hoy os escribe una desconocida.
Aquella que soy en realidad. Aquella. La que piensa en otro
y con otro idioma. La que fue una vez la niña, que pasándolo canutas, la
sometían a tests de los más extraños, mientras fingía no entender nada, a modo
de pasar desapercibida. La que vivía mejor callada. Con su misantropía. Con su
miopía. La que escondía sus gafas de
pasta en el bolso al salir de casa -durante años- con tal de seguir pareciendo
la rubia mona y noña por la que la tienen, y mediante la cual ensayé en los
escenarios, tan temidos...Con tal de no mojarme cuando salía a nadar. He sido
tanto tiempo esa; con tal de mantener la posición de desventaja docta cuando
topaba con los otros, pues es más cómodo ser infravalorada. Que digo, ¡es con
creces más seguro, cuando de verdad te vas a empeñar a nadar en el océano! Si
ves que puedes seguir callada cuando los otros lo que hacen al verte, es
apiadarse de ti tras equivocarte o al mencionar un disparate (el
mayor temor de mis temores).
Quiso la vida que hablara en público y por micrófono. Cuando
en otros tiempos no era
capaz ni de salir de la última fila para enfrentarme a una
pizarra sin que me temblara todo el cuerpo de miedo.
No nací para hablar. Las cosas no fluyen cuando siento que
me prestan atención. ¡Maldita la timidez!
Y entonces, como ahora, era y es cuando me doy cuenta de lo
que debía haber sentido Caravaggio,
obligado por los otros a colorear las figuras ya dibujadas en un cuaderno para
niños, mientras hubiera tratado desesperado, añadir un toque personal, sometido
a no salirse de la línea. Limitándose a sí mismo, al tener que mostrar a los
otros una visión reducida de su inquietud. ¡Si alguien le hubiera hecho el
favor, (en el supuesto caso), de mostrarle un lienzo en blanco!
Por eso, por esa misma sensación, es hora de quitarme el
traje de baño, tirarme al agua, mojando lo que haya que mojar. Consciente de
estar cumpliendo con mi deber de Ser. Sin pretensiones. Sin pedanterías.
Todos los pensamientos y planteamientos, sugerencias y
elucubraciones enumerados a continuación, salen de la mente de aquella que en
mí contuve y que no se ha atrevido a formular lo que percibe de real, por el
mismo miedo de siempre: el temor a ser rechazada y recibir la saña ajena, como
ya ha ocurrido en tiempos de colegio.
Religión y ciencia se arraigan en un mismo árbol: son las
necesidades de llenar los vacíos de la incertidumbre vital.
La naturaleza es algo absurdo desde el punto de vista del
sentido común humano, sin embargo lo más inconcebible de la realidad es que es
concebible. Pero cada vez que pensamos que hemos comprendido algo de la
naturaleza, ésta nos tiene reservada otra sorpresa radical, que requiere
cambios importantes en los modelos físicos establecidos.
Toda la realidad surge de una forma geométrica emergente.
Si pudiéramos comprender de una vez por todas, cómo surgen
el espacio y el tiempo, sería andar un paso de gigante. Nos acercaríamos a una
situación de conocimiento superior de la naturaleza. Todos sentimos que todo se
nos escurre por entre los dedos. Sentimos con terror la fugacidad de todas las
formas percibidas o pensadas.
¡Ah! El tiempo no existe; es un hijo bastardo de la memoria.
Hay un anterior a él, que es eterno y sin forma. De ahí partimos todos.
Todo ha sido siempre. Y voy más lejos. Sostengo personalment
la teoría de que no haya existido jamás un único Big-Bang, sino que el universo
es un globo que se hincha y se deshincha, respira como un pulmón y que cuando
se halla desinflado reúne tal concentración de energía y dimensiones, que la
mente humana es incapaz de sostener en sí esta idea. Existen tantos mundos y
universos que no podríamos imaginar. Como en un reloj de arena, esa
concentración de energía es agitada, tan velozmente, que acaba saliendo en otra
parte (agujeros de gusano; convierten en esa aceleración la antimateria en
materia al “otro lado”) y formando un nuevo universo. Otro Big-bang. Muchos
Big-Bang. Lo siento por el amigo Stephen…
¡No somos tan matemáticos como para entender que en vez de
“Nada” haya “Algo” siempre!
¿Pero qué son realmente el espacio y el tiempo? ¿Nos lo
podríamos arreglar sin ellos? El espacio y el tiempo, tan absolutos para el
hombre pensante, no son más que meros instrumentos de contabilidad para resumir
convincentemente las relaciones entre objetos y sucesos dentro del universo. La
ubicación de un objeto en el espacio y en el tiempo son el vocabulario de estas
mismas relaciones pero nada más.
Existen fuera de todo eso muchos más “espacios”, esos que ni
tan siquiera intuimos (una vez estuvieron contenidos al estar contraído el
universo, como dije), algunas de ellas arrolladas en formas diminutas,
complicadas, que pueden experimentar asombrosas transformaciones en las que se
pincha, se rasga y luego se repara por sí misma. En el cosmos existen las
“relaciones espaciales y temporales” entre distintas ubicaciones. Estamos
empotrados en algo, y “vivir” como lo creemos percibir, solo hace referencia a
nuestra inmersión dentro de la estructura espacio-tiempo.
¿A qué nos referimos realmente cuando queremos mencionar la
restante estructura del universo? Esta es la pregunta más comprometida entre
todas las preguntas existentes.
Mi teoría acerca de la realidad global es una consecuencia
inevitable de un principio cuántico más amplio, un principio de simetría. Busco,
como tantos, desesperada las consecuencias acerca de la misma; pido observarla
experimentalmente.
Cada uno a su manera, es un buscador de la verdad.
Realizamos una escalada colectiva, apoyándonos cada generación sobre los
hombros de la anterior (bendito ese que en nuestro aprieto nos dio anchura),
buscando con ansia la cima, viendo como nuestra nueva generación a la que
pertenecemos se maravilla acerca de la nueva visión alcanzada de la realidad,
mientras suponemos engreídos a Maxwell o Newton o como unos simples pueblerinos
de la física.
Las partículas parecen poseer una posición y una velocidad
definidas en el tiempo, en cualquier momento sucedido, claro. Pero ahora nos
damos cuenta que deberíamos modificar esa idea obsoleta y clásica. El progreso
científico tiene su eco en la manera en que los físicos han procedido hasta
ahora, para idear sus teorías.
Si observamos las familias de las partículas, nos quedaremos
sin duda, perplejos, tanto como el físico Rabi que descubrió el muón (como un
electrón , salvo que es 200 veces más pesado que este) . Ese agrupamiento de
las familias produce no obstante la impresión de algo ordenado, pero surgen
innumerables preguntas y todas empiezan con “¿Por qué...? ¿Por qué existen
tantas partículas fundamentales, cuando parece que la gran mayoría de lo
existente en el mundo sólo necesita para formarse de electrones, quarks arriba
(up) y quarks abajo (down)? ¿Por qué entonces existen tres familias? ¿Por qué
no un mayor número de familias? ¿Y por qué las partículas tienen una gama de
masa a primera vista aleatoria? ¿Por qué el tau pesa unos 3520 veces más que un
electrón?
¿Por qué tantas diferencias de peso entre los quark? ¿Todo
esto es por azar? ¿No será que existe una sencilla explicación al observar
cuando materia y antimateria se aniquilan mutuamente y se produce una gran
liberación de energía?
Mientras los físicos cuánticos mantienen su debate acerca
del cálculo de índice de masa, gravedad, carga o polarización de una partícula
entre las muchas, me percato de la realidad a mi manera y observo como toda
materia es en realidad pura ilusión. ¡Porque no existe! Todo lo material y
visible es en realidad un conjunto en unión de átomos y éstos a su vez,
construidos mediante partículas, mientras estas, -así otros físicos- parecen
estar compuestos por pequeñas cuerdas vibratorias. Y así lo creo yo: cuerdas,
pura energía sonando como música y creando la ilusión material. Por eso mismo,
en realidad la materia, como digo es mera ilusión, y percibimos como masa,
gravedad, carga y polarización la energía que ondula, vibra, como una nota
musical.
¡Toda la realidad, toda la materia percibida es una
bellísima sinfonía compuesta por la ENERGIA que al vibrar (se desplaza
rápidamente de un lado a otro) hace parecer sólido, líquido, gaseoso o luminoso
ese “algo” (materia que no es otra cosa que la energía liberada en el
enrollamiento de “esas cuerdas”, la energía vibrante). La más armónica de todas
las melodías es el Todo al completo. Incluye mundos, universos paralelos,
fácilmente deducibles.
Mediante el poder del propio pensamiento, estamos ligados a
la tierra y a sus vecinos más próximos del sistema solar. Estamos demostrando
el largo alcance del espacio y del micro-cosmos. Un enorme esfuerzo colectivo
hizo de los últimos cien años un tren exprés que ha revelado algunos de los
secretos mejor guardados de la naturaleza. Y estas joyas explicativas nos han
abierto la visión hacía un mundo que creíamos conocer, ignorando que no era el
único mundo y cuyos esplendores ni tan siquiera llegaremos a imaginar.
Un indicador de lo profunda que es la física cuántica es la
medida en que esta ha plantado serios desafíos a ciertos aspectos acerca de
nuestro universo que anteriormente parecían inmutables.
Las funciones de onda, el efecto de túnel vacío, el carácter
relativo de la simultaneidad, el alabeo estructural espacio-tiempo, la
dependencia mutua del espacio-tiempo, las fluctuaciones energéticas incesantes
en el “vacío”, me han llevado a considerar muy en serio la teoría “M” (para
quienes no os suene; buscadla por este nombre en internet), me han hecho
reflexionar sobre el planteamiento de las trayectorias sumadas de Feyman (una
partícula sigue distintas trayectorias simultáneamente, por añadidura, nada
menos que un número infinito de ellas), he reflexionado acerca de las teorías
de Kaluza-Klein, Max Tegmark, Ash y Hewitt (el vórtice energético de las
partículas) y he sacado mis conclusiones aquí expuestas:
La teoría unificadora existe. La velocidad de la luz ha sido
superada. No sólo existen velocidades más elevadas, sino también distintas. Y
hago hincapié en el ítem. En el universo existen leyes físicas que se nos
escapan desde nuestra posición de observadores.
Dirijo mi vista al futuro e intuyo las maravillas que aun
nos esperan, pero deberíamos también mirar hacía atrás, no condenar a
Heisenberg, Einstein ni a Bohr sino maravillarnos por y con ellos, pues a ellos
les debemos que hayamos viajado tan lejos.
Algunos habréis entendido muy bien lo que he dicho en este
escrito, a otros no os dirá nada. Otros dirán que sólo sé de la misa la mitad. En
resumidas cuentas a estos les diría que solo hablo de alquimia, de magia todo
el tiempo. Que viene a ser lo mismo y les ayudará a comprender. A los físicos
entre los lectores, les animo a corregirme, de haber una sola incoherencia
entre lo expuesto.
Nuestro universo posee muchísimas “dimensiones” y estas
sencillamente se hallan arrolladas apretadamente dentro de la estructura
plegada del cosmos. Concebir el universo de esta manera es la línea directriz
de todas mis ideas.
Por ejemplo entre todos los espacios de Calabi-yau (para
quienes no conocen esta definición; se trata de un tipo particular de
dimensiones espaciales que no se pueden aplastar entre sí y de formas
geométricas) (seis dimensiones) pueden existir perfectamente muchos mundos
paralelos en este mismo sistema. Son dimensiones tan arrolladas, pequeñas, que
cuando movemos una mano las recorremos un sinfin de veces, volviendo
repetidamente al punto de partida.
Multiversos, mundos dentro de este, vida también física tras
la muerte en estos otros sistemas, con otro u otros cuerpos también físicos
pero a otra escala de realidad: Si, un SI rotundo.
Algunos llaman a este
“cuerpo” u estos “cuerpos” con distintas adaptaciones cuánticas “alma”, “aura”,
“cuerpo astral” (todavía). Pronto le daremos otro nombre, cuando las cosas
tímidamente se vayan confirmando.
Quisiera daros credibilidad y esperanza, porque todo lo que
acabo de escribir lo he meditado en intimidad, observando la realidad. Pero esa
realidad es todavía, hoy por hoy, un territorio inexplorado en el punto en el
que ahora nos hallamos y hacía esa realidad en la que están las respuestas
completas a mis insinuaciones. Desconozco si el ser humano desde su posición de
realidad tendrá las herramientas suficientes para desentrañar todo el misterio
real, si podrá avanzar por las amplias regiones de lo desconocido desde este
lugar actual. Lo que sí hará sin duda, es aparecer con algunas de las
respuestas a algunas preguntas aún más profundas de las que se hayan planteado
nunca.
En toda época hay un momento decisivo del cambio. Vamos a
calibrar en breve la coherencia universal de un modo distinto y completamente
nuevo, sabiendo que estaremos cumpliendo con nuestro deber, mientras yo cumplo
con el mío al escribir todo esto. Aportaremos un nuevo peldaño a la escalera
humana que nos llevara, sin duda alguna, a las estrellas y sin temor, a otros
mundos en un futuro, sin cambiar de estación.
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Recuerda: la VERDAD es siempre intuitiva, sin reglas; es
divertida y alegre. Infunde serenidad y paz. El viaje es lo importante. Aunque
tengamos todo el tiempo en mente un destino que fácilmente puede cambiar.
Sub umbra floreo.
C.Bürk
interesante
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