La belleza que hay en ti (Para ti, mujer)





La belleza que hay en ti (Para ti, mujer)

Hace tiempo, que me rondaba la idea de escribir este articulito. Y es que, observo cada vez con más frecuencia la obsesión por la perfección (silueta, cutis y atractivo impecable). ¿Por qué nos dejamos manipular de esta manera por el sistema consumista (que además se le está viendo el plumero; y ya era hora)? ¿Por qué no somos sencillamente nosotros; es decir, hipnóticamente creíbles? De un tiempo a la otra parte, he dejado de hojear revistas femeninas por la sencilla razón que me resulta nauseabundo ver cómo nos tratan de forzar a la perfección. Ahora tenemos que ser súper mujeres, traer niños al mundo, saber idiomas, ser inteligentísimas, trabajadoras, debemos llevarlo todo adelante pero con el añadido de tener la tez de una quinceañera y el cuerpo de Marilyn Monroe. ¿Qué diablos es esto? Los psicólogos, ante los tiempos que corren, llenan las consultas hasta las orejas: anorexia, vigorexia, bulimia y depresión, hacen sus apariciones en las más jóvenes hasta las octogenarias. 

En oriente (hasta hace poco) el paso del tiempo tenía distintas enclaves como lo es para nosotros, los occidentales. Lo inevitable no debería angustiar, pues la lógica natural de las cosas sucede porque debe. Y las arrugas, la flaccidez y los michelines no son cosa de unas pocas, sino de todas nosotras. Con la diferencia que algunas, con buenas solvencias, corren a su dietista o clínica de intervenciones estéticas, obsesionadas, a solventar el menoscabo de inmediato. Esta obcecación que vivimos en los tiempos actuales por  las apariencias, por congelar el tiempo en nuestro rostro con la máxima tersura, recurriendo a bisturí y al botox, es de locas y totalmente insano. Y es que el constante bombardeo de imágenes con bellezas retocadas a golpe de bisturí o photoshop nos quiere hacer creer que o eres así o no vales nada.  De ese modo es como vivimos y avanzamos con el terrible miedo al paso del tiempo en nosotros, viendo con horror el cumplimiento de, lo que en realidad son, años maravillosos. 

¿Por qué no ver en la madurez la virtud? La belleza, la imperfección, la dignidad, la alegría y el tiempo pueden unirse en una simbiosis fabulosa. ¡Es en la excelencia de ser cada vez más nosotras dónde deberíamos saciar nuestra sed de perfección! En mi caso, ¡me siento mucho más “yo”, ahora pasados los 40, que cuando me ponía ante el espejo con 20! He ganado autoconfianza y seguridad. Sé lo que quiero, me conozco mejor y gestiono con mayor precisión mis emociones. En definitiva: ganar años es ganar autoconocimiento. Lo que va por dentro es lo que no debemos perder de vista, ya que sale hacía fuera y se refleja en nuestro cutis, en el brillo de nuestros ojos. La alegría por vivir y cumplir años, para mí gozo, puede entrecomillar mediante todas las arruguitas que vienen y estén aún por venir, mis ojos al reírme. Los años realizan nuestra particular manera de ser almas en un cuerpo que es mero templo que nos contiene. Yo no sé vosotras, pero nada quiero tener que ver con esos rostros de mármol y cartón piedra, con esas narices diminutas hechas en serie y las tetas de silicona fabricadas según los parámetros de moda, producido todo ello a golpe de bisturí. 

Yo os invito a ver lo que realmente significa la palabra belleza en los otros y en vosotras: un profundo respeto a los demás y por ti misma, con sus particulares formas de ser y venir representadas por nuestra madre naturaleza que también es el Padre Creador. Una sublime admiración por el momento de vida en el que se encuentre la otra persona o te encuentres tú misma y el de su propia naturaleza. Y quién no comprenda esto, ¿para qué lo querréis en vuestra vida?


¿Sabéis? No pasa nada por cumplir los 40. Tampoco, por tener unos kilos demás. Y mucho menos, por ser menos estándar que todos esos bichos palos que nos enfocan cada día en la tele o sobre las pasarelas. La belleza real es algo holístico, que refleja el estilo de vida y la personalidad efectiva de una persona. Una mujer feliz, satisfecha y realizada (aunque sea sin hacer más que ser una ama de casa o cajera de un supermercado) siempre es bella. La desgracia y la insatisfacción consigo misma, enmaraña la belleza, la distrae de nosotros, por muchos potingues que nos pongamos. Volved a tener una fluida relación con vuestro “yo” real, con la naturaleza. Dejad de exigiros tanto y permitid ser vosotras mismas. Cualquier marco natural y espontáneo crea serenidad y os conecta a vosotras mismas. Aceptaros tal y como sois. Haced de lo que os parecen defectos, virtudes. No se trata de envejecer con dignidad, de aceptarse con ella: se trata de cumplir años y ser tú con alegría y con orgullo. Eres única y plena en todas tus facetas. No dejes que te vendan más mentiras. Y quiérete, brilla con luz propia, porque los demás te verán bellísima, como consecuencia inevitable.

Por último, os quiero revelar mis propios “secretillos” y hábitos de belleza, de alimentación, físicos o demás cuidados fuera de toda obsesión, y que DE VERDAD funcionan y no como quieren hacernos creer con toda esa publicidad engañosa:

Alimentación:
Todos los días tomo levadura de cerveza, aceite de hígado de pescado y silicio en cápsulas. No tomo café (en muy pocas ocasiones) sino te verde y te blanco. Muchas infusiones a base de hierbas, como la uña de gato, la melisa, hierbabuena etc. La dieta vegetariana es muy favorable para la belleza y la salud, dejando la carne sólo para ocasiones. Sustituye la proteína animal por huevos de granja (no temas el colesterol si cuidas el resto de la dieta), leche desnatada y pescado. Intenta comer los alimentos crudos, es decir, lo mínimamente elaboradas. Fruta, ensalada y verduras crudas son ideales. En especial las uvas y manzanas (muy beneficioso comerse las pepitas, ya que la pectina en pequeñas cantidades es un poderosísimo antioxidante).  Consume nueces y almendras y demás semillas. Zumos de zanahoria, tomate, pepino y alcachofa entre horas. Un vaso de vino tinto también me lo permito. Y de vez en cuando, los excesos de comida o bebida -no lo voy a negar- me lo he permitido y permito. Lo importante, es la compensación posterior.
No fumar y la bebida moderada. Evitar los licores y destilados fuertes.
Deporte:
Soy anti-deportes total, así que lo que hago y que beneficia todo el organismo y el corazón es correr. Footing. Con el mp3 y por la playa. En verano, mucha natación. Y esto es ya todo.

Cosméticos:
Usar una crema de día muy rica en Vitamina C  (las vitaminas no las absorben las pieles pero en este caso, es un potente protector solar, antimanchas y antioxidante. Me la doy con un masaje circular y una vez absorbida, me pongo crema solar con factor máximo 100 (el sol es el principal responsable del deterioro de la piel). Como tónico uso zumo de limón puro por el día y por la noche, agua de rosas (lo encuentras en herbolarios o farmacias).
Para lavarme la cara, jabón de azufre, (también en farmacias o herbolarios) tras ello los tónicos citados. Una vez a la semana, mascarilla de esas que venden en sobres individuales que mezclo con aceite de rosa mosqueta.
Por la noche uso una crema con Retinol puro (Vitamina A). Que, como dije, no sirve para vitaminar la piel, sino que el Retinol es un potente antiarrugas que hace a su vez de peeling nocturno. Hay que tener mucho cuidado y no usarlo jamás de día, ya que crea intolerancia al sol. Mis productos son baratos, pero como dije, efectivos: la crema de día es de Garnier y la de noche es de Vichy. El maquillaje (base de fondo) que uso (no todos los días) es con ácido hialurónico, también de supermercado de la marca Maybiline. Como digo, todos los productos muy asequibles: de supermercado o farmacia. 

Os puedo garantizar que con estas medidas, vuestra piel lucirá genial a los 30, 40 o 60. No hace falta la química agresiva ni operarse, ni botox ni cosas similares. Yo jamás recurriría a ello. Insisto, basta con estos cuidados.

Y por último, hago mucha insistencia en aceptaros como sois: conoceros y quereros con lo bueno y malo. Yo sufro de alti-bajos emocionales con regularidad. Lo acepto y controlo. Cuando estoy de bajón, aprovecho a leer o a mimar a otras personas o a mí misma y ya está. Cuando estoy triste, busco la compañía de mis gatos o animales. Como todas, tengo defectillos de todo tipo que he aprendido a aceptar y no solo eso, sino a querer porque son parte de mí. Os deseo una feliz vida y…¡Quereros mucho!!!!

Sub umbra floreo: C.Bürk

Comentarios

  1. Me parece cierto, que en los tiempos que corren, le tienen lavado el cerebro a muchas personas con todo este rollo de ser súper-modelos. Pero lo triste de todo no es eso, la pena es que la gente se deja engañar, pues para el caso, todo el mundo sabe la verdad del asunto. Vivimos en la sociedad del artificio, nadie ve más allá del papel de caramelo, casi todos se quedan ahí, olvidando que lo importante es el caramelo, no su envoltorio. Pero en fin, tenemos la sociedad que nos merecemos...

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  2. Estoy totalmente de acuerdo hasta el punto donde empiezan los consejos de belleza. Dejando a un lado todo lo relacionado con el bisturí y las jeringuillas, intentas cuidarte como la que más: deporte, (aunque sea mínimo), dieta, (aunque sea sana) y cremas, (aunque sean baratas.

    De acuerdo en que no vamos a ir hechas unos adefesios, pero o somos naturales, (limpieza y arreglo adecuado del pelo, dieta normal, que incluya un poco de todo y vestuario adecuado), o nos "cuidamos", je,je.

    Entonces, supongo que, aunque muy bien escrito, lo has hecho de corrido, sin releerlo, porque, si lo hubieras hecho, te habrías dado cuenta de que existen algunas pequeñas contradicciones.

    Isa

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